miércoles, 9 de septiembre de 2015

Un poeta contra la nostalgia



Fabian casas es un poeta, escritor y ensayista nacido en Boedo en el año 1965. Tiene varios títulos publicados y en el año 2007 ganó el premio Anna Seghers por su aporte a las letras del mundo. Leerlo es una experiencia enriquecedora, que puede despertar en el lector una sensación de alegría no muy común. Con palabras que parecen cercanas y cotidianas, crea un mundo donde la poesía se encuentra consigo misma. El año pasado vino a Rosario, y después de leer algunos poemas  junto con otros escritores, encontramos a Fabián recorriendo los stands del Festival de Poesia. De prepo y con un poco de verguenza, nos acercamos para hacerle unas preguntas que teníamos preparadas.

¿Cómo empezó tu relación con los libros?

Empezó como de muy chiquito. En realidad no empezó con los libros sino con los cómics. Yo de chiquito leía muchos cómics de la editorial Novaro que eran mexicanos, que salían en Buenos Aires y eran de Batman, Superman , y otros superhéroes. Y en algún momento con el crecimiento pasé de los cómics a los libros pero no porque el cómic sea algo de iniciación, para mi es literatura alta. Por lo general uno empieza leyendo cómics y después pasa a leer libros, ese es mi vinculo. De hecho me acuerdo de estar leyendo un cómic de Batman y no saber que decía el globito porque no había aprendido a leer. Y me costó mucho tiempo conseguir esa revista hasta que la encontré hará 5 o 6 años en el Parque Rivadavia. La revista que había tenido de chico que no la tenia y que siempre la recordaba.

¿ Y el cómic de Oesterheld, por ejemplo?

Bueno para mí el primer gran cómic que leí que fue como leer a Céline fue “El Eternauta”. Porque principalmente si vos lo lees ganan los malos y pierden los buenos, termina mal. Aparte lo leí todo el tiempo fascinado pensando que va a dar una vuelta y no.

¿Cómic bien para adultos?

Sí, es extraordinario

Sabemos que hace 2 días se estrenó en San Sebastian “Jauja” que tuvo buen recibimiento por parte del público con aplausos y buenas criticas ¿Cómo fue la experiencia de escribir el guión?

Fue increíble para mí. Porque soy muy fanático de las películas de Lisandro(Alonso). No lo conocía, no sabía ni cómo era. Y cuando me mandó un mail fue un honor. Aparte es una persona extraordinaria , me hice muy amigo de él. El cine tiene algo de lo que más me gusta que es la cosa colectiva: trabajamos con Lisandro, con los fotógrafos, con los directores, con Viggo que después se sumó al proyecto. Fue una experiencia inolvidable y la película como todas las películas que hace Lisandro(Alonso) me gustó mucho.

¿Viggo se sumó al proyecto por la relación que tenía con vos?

Yo le pasé el guión para que lo leyera , como le paso para que lea cosas que escribo y él me dijo que le gustó mucho el guión que quería sumarse como productor y como actor.

Cuando escucho tus entrevistas te definís como un “escritor sin imaginación”, entonces ¿Cómo encontrás tu inspiración?

En la vida cotidiana. No tengo imaginación, en el sentido de que no puedo inventar un montón de cosas. Hay escritores que son geniales, que pueden inventar un mundo, bueno Tolkien. Yo no puedo, o sea que trabajo con la experiencia, y a partir de la experiencia por supuesto modifico cosas. Lo que escribo no es lo que pasó, es una ficción. Pero que tiene muchos rasgos de la experiencia.  No hay algo demencial. Trabajo con lo que tengo. Con lo que viví, o lo que vivieron otros, o lo que me contaron

¿Cómo es escribir después de que San Lorenzo haya ganado la Copa Libertadores de América?

Para mí ningún logro individual se compara con los logros colectivos. Los logros colectivos son mejores que los individuales, Y ningún logro se compara con ver a San Lorenzo campeón. Lo que yo siento ahí no tiene comparación con nada de lo que me pasa en mi vida cotidiana de escritor. Me pueden dar el premio más grande del mundo que no tiene comparación con lo que siento cuando sale campeón San Lorenzo.
El fútbol evidentemente tiene un componente que te conecta con el niño que eras, por eso no tiene explicación el fútbol. Si vos lo analizás fríamente no se sostiene un minuto. Hinchar por un equipo, sentir todas las cosas que pasan, donde vos ni siquiera jugás. No cobrás guita. Son todas esas cosas que lo convierten como medio absurdo, también es increíble. Te sentís hermanado con otros, el insulto es colectivo no es individual, no es tenis.

Con respecto al Spleen de Boedo, ¿ En base a qué lo escribiste? ¿Tiene que ver con las cosas que viviste en el barrio, con la nostalgia?

No me gusta la nostalgia. Sabés que para mí la nostalgia es algo que te enferma y te debilita. Yo no quiero volver a Boedo, porque yo no me fui nunca. Para eso soy Spinetteano, mañana es mejor. Prefiero hacer otras cosas. Estoy siempre muy atento a la nostalgia, porque soy nostálgico, y me parece una enfermedad improductiva. Un especie de aburrimiento metafísico. El spleen de Boedo es una especie de broma al Spleen de París de Baudalaire. Varias partes de los poemas estaban narradas sobre situaciones de Boedo.

Redacción: Fernando Cinalli y Santiago Sorribas


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